Memorias de un Athleticzale.
BILBAO. JULIO 1911.
Apresuradamente me dirigía en dirección a la calle Correo donde se iba a reunir la Junta Directiva del Athletic Club para nombrar un nuevo Presidente. Llegaba con algo de retraso como suele ser habitual en mí. El cielo se había oscurecido de repente y la lluvia que empezó a caer torrencialmente me hizo resguardarme en el pórtico de la Plaza Nueva del Casco Viejo bilbaíno.
Las campanas de nuestra basílica de Begoña empezaron a sonar con el toque de los difuntos. El acompasado sonido me hizo recordar la reciente muerte en su país natal de un ex jugador del Athletic Club, Simmons. La noticia de la pérdida de tal notable jugador la había recibido desde Inglaterra días atrás y me había causado penosa impresión. Algunos recuerdos empezaron a brotar entonces sin remedio.
Comenzó a entrenarse con el primer equipo a principios de 1907 aproximadamente. Creo recordar si mi memoria no me falla que la primera vez que le vi jugar un partido «serio» fue en el reto que los veteranos ex campeones (de 1902 y 1903) lanzaron al Club Bizcaya antes de la fase final de Copa de 1907. La taquilla de dicho partido iba a servir para tener la economía algo más holgada y así poder asistir a jugar la fase final a Madrid. Las cuentas del Club por aquel entonces no eran del todo boyantes. Eran otros tiempos.
En Madrid, con ocasión de la fase final del Campeonato 1906/1907, causó admiración y fue quién más gustó del equipo. En el juego jamás pensaba en sobresalir por su habilidad individual. Éste era su mayor mérito y el elogio más grande que de él puede hacerse. Su característica era la dirección del partido y la preparación de jugadas, por cuya razón muchos compañeros suyos se lucían. En cambio, sin él el equipo perdía todo su poder.
Al volver del campeonato, el Club Bizcaya jugaría un partido benéfico contra el Club Portugalete en el campo de Lamiako a favor de las infelices familias de los náufragos de Portugalete. El partido se jugó con la limpieza característica de nuestros equipos y únicamente hubo que lamentar que algunos de los jugadores que tomaron parte en el Campeonato se resistiesen de sus heridas a pesar de tener vendajes como por ejemplo nuestro protagonista.
Para finalizar la temporada se recibió por primera vez la primera visita del recién creado equipo de Santander cuyo presidente era otro exjugador del Athletic Club, Linaoe. El resultado final del mismo fue de un rotundo cuatro a cero siendo una vez más Simmons uno de los destacados junto a su compatriota Monroe y Basilio Larrea Azkue (Bilbao, 1888) (1) autor de dos goles. Como curiosidad, el árbitro del partido fue el histórico primer portero del Athletic Club Alejandro Acha y Barcena (Bilbao, 1878) quien años después se suicidaría desgraciadamente.
Durante la siguiente temporada 1907/1908, el Athletic-Club no se presentó al Campeonato de Copa como protesta por el trato recibido en Madrid el año anterior, para acabar con la tiranía del Madrid FC y poder conseguir de una vez llevar la final de los campeonatos a la ciudad del club campeón el año anterior.
Aunque el Athletic no se presentara al campeonato como decía, Simmons junto a Juan Arzuaga y Anitua (Bilbao, 1880), reforzarían a la sucursal madrileña en las eliminatorias de centro. En caso de clasificarse, el Athletic Club podría jugar la fase final con la sucursal. Allí volvió a sobresalir una vez más nuestro protagonista por su forma de jugar a pesar de no conseguir que el equipo se clasificara para la fase final del Campeonato. Junto a otros conocidos jugadores como Raimundo Moreno Aranzadi (Bilbao, 1884), el hermano mayor de Pichichi, o Fernando Asuero Sáenz de Cenzano (Donosti, 1887), el después famosísimo doctor Asuero, perderían el partido definitivo clasificatorio para la final contra el Madrid FC. Cabe decir en defensa del equipo de la sucursal que el equipo Madrid FC trajo de Pontevedra a los jugadores Prada y Novoa y de Barcelona los jugadores Quirante y Wallace.
El último partido que recuerdo que jugara en Bilbao fue un match internacional contra el Stade Bordalais de Burdeos, equipo con más de dos mil socios por aquel entonces, al final de la temporada 1907/1908. Lo que allí se vivió no es fácil de describir para alguien que no es escritor como yo. Pero fue un derroche de jugadas a cada cual mejores por los dos equipos. Al final del partido los bilbaínos ganarían por dos goles a cero, siendo Simmons el capitán del equipo. El primer y último capitán inglés del Athletic Club se podría decir. Como anécdota curiosa y desconocida, el que años después sería presidente del Athletic Club, Ricardo Irezabal y Goti (Bilbao, 1882) (2) sería el guardameta del equipo bilbaíno.
Los entusiasmos por el fútbol de Simmons fueron tales que desechó puestos ventajosos ofrecidos por la casa Vickers, donde se fabricaban cañones de fuego rápido, ametralladoras y proyectiles, y donde prestaba sus servicios como contador de la fábrica de Plasencia de las armas (Soraluze). Al inicio de la temporada siguiente, 1908/1909, Simmons solicitó al Athletic-Club que se le relevase del puesto con que se le honraba como capitán que muy a pesar del Club se tuvo que aceptar. Nuestro incansable sportman quería reorganizar el football en Donosti.
El Athletic Club aunque lamentó una perdida tan grande, como veía su alta de miras y el beneficio que al fútbol ello reportaría, cuidó de no hacerle desistir en su empeño. Algunos aficionados rojiblancos juzgaron esta decisión provocada por algún distanciamiento con el Club pero puedo asegurar que jamás hubo la menor diferencia entre él y su Club. Más bien todo lo contrario.
Simmons juzgó necesario reanimar el juego en Donosti pues con ello Bilbao y el Athletic Club no perdería sino al contrario. La competencia le haría ser más fuerte sin duda. Siempre conservó gran cariño al Club rojiblanco aún en los momentos más difíciles entre ambos clubes. En Donosti, pronto se recogerían los frutos de este extraordinario jugador consiguiendo la ansiada Copa de 1909. Simmons sería una de sus figuras más relevantes en todo el campeonato.
Desgraciadamente, a finales de 1910 después de haber participado en la final del Campeonato de Copa de aquel año 1909/1910, que resultaría campeón el Athletic Club por cierto, tuvo que trasladarse a su ciudad natal para recuperarse de una terrible enfermedad para morir a principios de 1911. Descanse en paz.
La lluvia por fin había amainado y pude continuar mi camino hasta el tercero del número 17 de la calle correo para asistir a aquella junta ordinaria donde iba a resultar elegido presidente Alejandro de la Sota e Izagirre, uno de los históricos jugadores rojiblancos. Curiosamente, aunque la asistencia se esperaba «numerosa», asistimos pocos socios, casi nos podíamos sentar todos en un sofá.
Notas:
(1) La excelente página Web del Athletic Club (más quisieran otros equipos una página como la nuestra) indica el nombre de Benigno Larrea entiendo que por error.
(2) En la página Web del Athletic Club se indica el nombre pero no se identifica ni el año de nacimiento ni la población. Es posible que no sepan que era el posterior e histórico presiente rojiblanco que promovió entre otros hechos el busto de Pichichi.
Memorias del Fútbol Vasco 
Charles Frederick Simmons (1880-1911), inscrito en el registro civil entre julio y septiembre de 1880. Quinto hijo del matrimonio formado por James William Simmons (1840-?) i Lucy Fitzsimmons (1844-1916). Murió en el Asylum Wandsworth de Londres, hospital para enfermedades mentales. Sobre la fecha de la muerte hay cierta confusión, inscrita en el registro entre abril y junio 1911, el testamento se leyó el 21 de junio. Aparece una fecha que habla del 6 de enero